Vontaze Burfict fue suspendido 12 partidos por el golpe que le dio a Jack Doyle en el encuentro de la semana 4, algo que molestó a los Raiders por considerarlo demasiado grande.
Jon Gruden, coach del equipo, dijo que el castigo era excesivo y el agente de Burfict añadió que la liga tenía una persecución sobre cliente.
Nada de eso ayudó a reducir el castigo en la apelación que resolvió Derrick Brooks, que ratificó la sanción la semana pasada. Paul Guenther, coordinador defensivo, dio su punto de vista sobre ese tema el día de hoy.
"Creo que esto fue una cacería de brujas desde el principio" dijo Guenther, que añadió que ni los Raiders ni Burfict sabían que una infracción podía generar una suspensión de una temporada.
Ahora, puede ser cierto que el equipo no supiera de forma directa, pero tampoco era un secreto que Burfict tenía una larga lista de sanciones en su contra por golpes ilegales. Bajo la norma de la liga de ir escalando las sanciones era lógico que Burfict estaba muy cerca de recibir un castigo severo por la cantidad tan grande de antecedentes.
El problema, de hecho, es que los Raiders decidieron apostar por la opción de Burfict y les salió mal.
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