A estas alturas de la vida ya no es sorpresa que un jugador sea suspendido por violar la política de conducta de la NFL. Lo que sigue sin quedar claro es cuál es la sanción para una persona que tenga otro puesto dentro de un equipo.
El ejemplo en turno es Steve Keim, gerente general de los Cardinals. Keim fue arrestado el 4 de julio por el famoso "DUI" (manejar bajo la influencia), y aunque es bastante probable que sea suspendido o multado por esto, no se sabe por cuánto tiempo o por cuánto dinero.
En casos anteriores de arrestos por DUI, la NFL ha puesto suspensiones variables. En el 2010 Tom Lewand, CEO de los Lions, fue suspendido 30 días, aunque se le redujo posteriormente a 21 (recibió además una multa de 100,000 dólares). En el 2013 dos ejecutivos de los Broncos fueron arrestados por la misma causa, Matt Russell y Tom Heckert. Russell fue suspendido 60 días y luego recibió siete meses de prisión porque impactó una patrulla, mientras que Heckert solamente fue suspendido 30 días.
En el 2014 Jim Irsay fue suspendido por seis partidos y multado con medio millón de dólares. Considerando que se juega un partido por semana, son 42 días de suspensión.
En otro caso, el de Joe Cullen, asistente con los Lions, fue arrestado en el 2006 por dos incidentes vehiculares (uno de ellos fue llegar desnudo al drive-through de un Wendy's) y solamente fue suspendido 1 partido.
Y luego están los que no fueron suspendidos. George Edwards, coordinador defensivo de los Vikings, y Darren Perry, coach de safeties de los Packers, no recibieron una suspensión por sus respectivos arrestos.
Así que técnicamente cualquier cosa puede pasar. Lo que seguramente determinará la sanción de Keim es el nivel de alcohol que haya tenido al momento del arresto.
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