Desde que se hizo oficial que Seahawks y 49ers iban a pelear la final de la NFC sabiamos que iba a ser un gran partido. Y ambos equipos cumplieron, dando una final de conferencia emocionante y llena de cosas para platicar desde hoy hasta antes de que arranque el Super Bowl.
A pesar de que Seattle le dio vida en más de una ocasión a los Niners, el equipo de Pete Carroll encontró la forma de salir adelante y llegar a su segundo Super Bowl como franquicia.
Ahora, una de las grandes historias será sin lugar a dudas Colin Kaepernick. El QB de los Niners tuvo 3 entregas de balón (2 intercepciones y 1 fumble), todas en la segunda mitad del encuentro. No solo eso, su primer intercepción eliminó un balón suelto que había recuperado la defensiva y la segunda ocurrió en la última serie del equipo, cuando intentaban ganar con un TD. Kaepernick trató de conectar con Michael Crabtree en las diagonales pero Richard Sherman bateó el ovoide y este cayó en manos del linebacker Malcolm Smith, que se dejó caer en la zona de anotación para sellar la victoria de 23-17.
Esos fueron los errores de Kaepernick, pero hay que decir que él fue responsable de casi toda la ofensiva del equipo. De las 308 yardas totales, solamente 25 vinieron por vía de otro jugador. En el encuentro pasó para 153 yardas, además de que tuvo 130 por tierra. Eso hará muy llamativa la evaluación que se haga de su desempeño, porque literalmente está de los dos lados de la historia.
Por el lado de los Seahawks, Marshawn Lynch logró rebasar las 100 yardas ante la defensiva de San Francisco, algo poco visto ante esta unidad, mientras que Russell Wilson tuvo 215 yardas con 1 TD (y un fumble que puso la mesa para un gol de campo de los 49ers), llegando al Super Bowl sin haber lanzado una intercepción en la postemporada.
Ahora, el reto para los Seahawks es interesante. Denver tiene una ofensiva sumamente poderosa, y la defensiva de Seattle es un rival como no han visto en Denver. Y para ganar van a necesitar que su ataque haga un trabajo mejor que el que tuvieron hoy.
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