El tema del Pro Bowl y su futuro sigue, y parece que la liga no está dispuesta a deshacerse de su juego de estrellas tan fácilmente.
Se especula que durante la reunión de dueños de esta semana en Boston se toque en algún momento el tema del Pro Bowl y sus posibles modificaciones para hacerlo más llamativo para los espectadores.
Eso sí, desaparecerlo no parece ser una opción.
El problem, como bien se sabe, es que los jugadores no toman en serio el partido. Eso hace que la competencia sea poca y que eventualmente termine siendo un juego de exhibición con muy poco nivel.
Se siguen manejando ideas para modificarlo y (con suerte) mejorarlo. La idea de nombrar capitanes de equipos y dejarlos elegir a sus jugadores en una especie de draft sigue sonando, y podría funcionar. Imaginen que Drew Brees es capitán de un equipo y Aaron Rodgers del otro. Entonces cada uno va eligiendo a sus compañeros de equipo para el Pro Bowl, todos estrellas de sus respectivas franquicias. O JJ Watt y Aldon Smith. O Adrian Peterson y Troy Polamalu. La idea suena un poco mejor que el Pro Bowl actual.
Aunque siendo sinceros, suena complicado pensar que un solo movimiento haga mucho mejor el Pro Bowl. Harán falta muchas cosas, pero la intención de cambiar es un buen primer paso.
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