Clemson cerró el 2012 ganando el Chick-fil-A Bowl

Dicen que siempre lo mejor queda para el final. En el caso de los tazones jugados en 2012, esto es totalmente cierto. Clemson y LSU se encargaron de que el Chick-fil-A Bowl fuera el mejor tazón de los que se jugaron en diciembre, y dejan la mesa puesta para el 2013.

Clemson, que venía de recibir 70 puntos (la mayor cantidad en un tazón en la historia) en el Orange Bowl pasado, no tuvo los mismos problemas y al final salieron con la victoria, gracias a que Chandler Catanzaro logró un gol de campo de 37 yardas para darle el triunfo por 25-24 sobre LSU.

El juego fue de ida y vuelta. LSU anotó primero el 7-0, luego Clemson empató. LSU se fue arriba 14-7, para que Clemson después se acercar a a 14-13. Y luego 21-13. Y después 24-13. Luego 24-22. Al final Clemson ganó 24-25. Sí, definitivamente fue el mejor tazón de lo que llevamos hasta ahora.

Después de anotar el TD (y fallar la conversión de 2 puntos) que los acercaba, Clemson le pateó a LSU, que decidió jugar por pase en lugar de tratar de terminarse el reloj de juego. Tras no conseguir el primero y diez le dieron el balón otra vez a Clemson, que tenía 1:39 para intentar algo.

Y algo consiguieron.

Tajh Boyd orquestó una serie de 10 jugadas y 60 yardas que terminó con el gol de campo de Catanzaro mientras el reloj llegaba a ceros. Y esa serie se pudo mantener viva porque Boyd conectó con DeAndre Hopkins en 4ta y 16 al inicio, dándole vida a una serie que parecia iba a terminar en 4 jugadas.

Boyd fue el MVP del partido tras pasar para 339 yardas y 2 TDs. Boyd además tuvo 22 yardas por tierra, esto mientras trataba de escapar de la enorme presión que le puso la defensiva de LSU todo el partido.

A pesar de enfrentar a una defensiva muy sólida como la de LSU, Clemson pudo sumar 437 yardas, con todo y que el WR Sammy Watkins se lastimó enla segunda jugada del partido. DeAndre Hopkins, que llenó el hueco dejado por Watkins, terminó con 13 recepciones para 190 yardas y 2 anotaciones.

Con esto Clemson no solo se lleva a casa el trofeo; le da a la ACC una victoria de calidad sobre la SEC, y eso es bastante. Tanto que seguro olvidarán los 70 puntos recibidos en el tazón pasado.