Esta temporada de la NCAA había estado bastante tranquila. Los equipos de la parte alta de los rankings no perdían y por momentos daba la impresión de que los tazones se iban a decidir por meros desempates.
Texas Tech ayudó anoche a eliminar a uno de los contendientes de la lista.
Oklahoma, tercer lugar en el ranking de la AP y primero en la lista de los coaches, sufrió una derrota de 41-38 ante los Red Raiders, misma que rompió la racha de 39 victorias como local que llevaban los Sooners.
Seth Doege fue la estrella del partido al lanzar para 441 yardas y 4 TDs, tres de ellos para Alex Torres. Y esto fue la primera gran sorpresa del año, y de paso le dió un buen impulso a los ánimos de Texas Tech, que venía de perder dos juegos consecutivos contra equipos rankeados.
Es más, para los Red Raiders esto es algo más importante que la victoria.
"Es un juego, pero es un juego enorme para el reclutamiento, para la presencia nacional. Obviamente no lees mucho sobre Texas Tech," dijo Tommy Tuberville, coach del equipo. "Por alguna razón, no he visto mucho en TV. Te apuesto a que lo verás en las próximas semanas. Vamos a estar orgullosos de eso. Cuando vas de visita y le ganas a un equipo rankeado 1, es muy especial. Eso es casi imposible de hacer."
Durante este año se veía casi imposible. Pero Texas Tech fue uno de los dos equipos que se encargaron de demostrar que nada es 100% seguro en la NCAA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario