La semana 3 de la temporada 2011 de la NCAA arrancó anoche, y si alguien no puso atención, les daremos un breve resumen de lo que pasó: LSU confirmó que tienen lo necesario para ser contendientes al título nacional.
Los Tigers, terceros en el ranking de la AP, vencieron ayer a (25) Mississippi State por marcador de 19-6, demostrando que tienen una defensiva de campeonato y un ataque terrestre demoledor. Y no solo eso, tienen el QB adecuado para sacarlos de algún apuro.
El partido estuvo sumamente cerrado por 3 cuartos, donde el marcador era de 9-6 en favor de LSU. Pero en el último periodo Jarrett Lee explotó y ayudó a poner el juego fuera del alcance de los Bulldogs.
Lee completó 21 de 27 pases para 213 yardas y 1 TD, mismo que vino en el cuarto final del encuentro, dándole la victoria a los Tigers (3-0, 1-0 SEC). Spencer Ware contribuyó con 107 yardas en 22 acarreos, y la defensiva se dobló, pero nunca rompió ante Mississippi State. De hecho los Tigers consiguieron 15 tackleadas para pérdida de yardaje, incluidos 4 sacks.
Al final de encuentro los números no mintieron: los Bulldogs (1-2, 0-1 SEC) tuvieron 193 yardas de ataque total. Y eso que venian de lograr más de 300 yardas terrestres en sus dos juegos anteriores. Ayer solamente fueron 52.
"Creo que hicimos lo que teníamos que hacer para ganar," dijo Les Miles, coach de LSU. "Creo lanzamos el balón mejor de lo que lo hicimos y creo que tenemos las piezas ofensivas que no son necesariamente visibles. En este punto, estamos jugando con la fuerza de nuestra defensiva."
Para Mississippi State esta derrota es una más en una extensa lista de fracasos contra la división oeste de la SEC. En sus últimos doce encuentros contra los equipos de este grupo los Bulldogs tienen marca de 2-10, ambos triunfos ante Ole Miss. Y con lo sucedido anoche, ya son 12 derrotas al hilo contra LSU, racha que viene desde 1999.
No por nada Dan Mullen, coach de Mississippi State, dijo que LSU podía "ganar la NFC East".
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