En la semana 9 los Redskins perdieron contra los Panther en el FedEx Field para colocarse con marca de 3-6 y ser últimos de la NFC East. Eso fue justo antes de irse a su semana de descanso. El bye pasó y los Redskins volvieron a jugar. Eso sí, no volvieron a perder.
Al vencer hoy a Dallas 28-18, los Redskins ganaron su séptimo partido consecutivo para colocarse con marca de 10-6 y ser campeones divisionales. Eso significa que tienen un boleto a playoffs en casa.
Y los Redskins ganaron con la ayuda de un novato. Y no, no fue el aclamado Robert Griffin III. Fue el "otro" novato de la ofensiva, Alfred Morris.
Morris, que fue seleccionado en la sexta ronda, corrió para 200 yardas y 3 TDs en la victoria de hoy, con RGIII anotando el otro TD. Lo peor es que la defensiva de Dallas sabía que Morris iba a ser usado de manera constante y no pudieron detenerlo. Obviamente las lesiones que venía arrastrando DeMarcus Ware, más la ausencia de Sean Lee y la lesión de Anthony Spencer durante el juego fueron factores, pero de todos modos los Cowboys no pudieron figurar el ataque de Washington, y eso que fue bastante claro: darle el balón a Alfred Morris.
Para Tony Romo esta fue otra terrible noche. Cierto, lanzó 2 pases de TD y 1 conversión de 2 puntos, pero tuvo 3 intercepciones y fueron costosas. La primera vino después de un regreso de despeje que puso a Dallas en posición de obtener al menos 1 gol de campo. La tercera fue cuando estaban abajo por 3 puntos y tenían 3 minutos para tratar de empatar o ganar el juego.
Al final los Redskins comenzaron una nueva historia de la mano de sus novatos. Los Cowboys, por su parte, tuvieron que ver cómo se escribía otra página de la tragicomedia que ha sido la carrera de Tony Romo en Dallas.
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