Cuando Ravens y Texans se enfrentaron en el juego de hoy, eran los únicos dos equipos de la AFC con marca ganadora. Al final Houston fue el único que se vio como un conjunto de elite.
Los Texans le cobraron a los Ravens la humillación que sufrieron a manos de Green Bay, apaleándolos 43-13. Y con esto queda la impresión de que el camino al Super Bowl en la AFC tiene que pasar por Houston.
La ofensiva de los Ravens nunca encontró ritmo contra la poderosa defensiva de Houston. Joe Flacco lanzó para apenas 143 yardas con 1 TD y 2 intercepciones, mientras que Ray Rice fue limitado a 42 yardas por tierra. Y el problema para Baltimore es que se esperaba que su ofensiva diera la cara en este juego.
La defensiva venía sumamente golpeada tras perder a Lardarius Webb y Ray Lewis por toda la temporada, y ante Houston se hizo evidente que los extrañaron. Matt Schaub completó 23 de 37 pases para 256 yardas con 2 TDs, mientras que Arian Foster aportó 98 yardas y 2 TDs por tierra (con un sólido 5.2 en el promedio de yardas por acarreo). Entre los receptores Andre Johnson tuvo 86 yardas, pero se complementó con las 74 de Kevin Walter y las 59 de Owen Daniels, dejando en claro que a Baltimore la faltan piezas.
El único punto positivo para los Ravens el día de hoy fue que tuvieron de regreso a Terrell Suggs, que jugó muy bien para ser su primer encuentro de la temporada. Suggs tuvo 1 sack y bateó dos pases en su reaparición, pero no pudo solo contra el ataque de Houston.
Así que en estos momentos el mensaje es claro: los Texans son el equipo a vencer en la AFC, y ahora mismo todo apunta a que los playoffs tendrán que pasar por Houston.
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