martes, 12 de febrero de 2013

El Super Bowl XLVIII ya tiene otra cosa que arreglar desde ahora


El Super Bowl XLVIII ya es noticia desde ahora, y eso que falta casi un año para que se juegue.


Resulta que en un reporte de NJ.com se dice que los alcaldes de Seacausus y Carlstadt amenazan con no proveer de servicios de emergencia el día del evento. Y así lo hicieron saber en un comunicado de prensa.

En ese comunicado se explica el motivo de la amenaza, que de hecho es muy simple: el dinero.

"Los equipos nunca han sido buenos vecinos corporativos de la región," indica William Roseman, alcalde de Carlstadt, sobre Jets y Giants. "A los equipos no les importan los topes salariales y los impactos que estos tienen sobre los contribuyentes de Carlstadt. Tuve que recortar mi departamento de policía en varios millones de dólares en los últimos años. Mientras somos forzados a despedir oficiales, los dueños de los Jets y Giants se llenan los bolsillos con dinero de los contribuyentes."

Eso sí, no hay una negativa total a proveer los servicios. Lo único que piden es que se pague por estos.

"No creo que sea algo irracional," añadió Roseman. "Sentimos que nosotros damos y damos y damos y nunca recibimos nada a cambio. Y ya no podemos dar más. No podemos costearlo."

El punto es evidente: mientras Jets y Giants recibieron ayuda del gobierno para pagar el MetLife Stadium otras áreas recibieron recortes. Eso no va a tener contentas a las personas que recibieron dichos recortes, y por eso es entendible. Pero también es un hecho que el comité organizador del Super Bowl XLVIII debe asegurar que habrá servicios de emergencia durante el partido.

Así que esto es otro punto a tratar para los organizadores del Super Bowl XLVIII. Digo, por si pensaban que estaban en un momento donde podían sentirse tranquilos.

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