Sobra decir que los Colts han decidido que su futuro está con Andrew Luck. Vamos, con casi 140 millones de dólares en un contrato de seis años es más que obvio que en Indianapolis la percepción es que Luck es el futuro de esta franquicia. Y con esta contratación los Colts en esencia aseguran tener a la base de su ofensiva junta por un buen tiempo.
Como lo hizo notar Zak Keefer del Indianapolis Star, los Colts ya tienen bajo contrato a cinco piezas clave de su ataque hasta el 2019 cuando menos.
Luck acaba de firmar un acuerdo de 6 años y 139.12 millones de dólares que lo tendrá en Indianapolis hasta el 2021, y junto a él estarán T.Y. Hilton (contrato de 5 años, 65 millones), Antony Castonzo (4 años, 42 millones) y Dwayne Allen (4 años, 29.4 millones). Los contratos de Hilton y Castonzo se arreglaron el año pasado, mientras que el de Allen vino en Marzo.
Además de ellos está el caso del centro Ryan Kelly, que fue seleccionado por los Colts en la primera ronda de este draft. Kelly estará con el equipo hasta el 2019, aunque los Colts tienen opción para el 2020. En esta misma situación está el WR Phillip Dorsett, selección de primera ronda del año pasado, que estará con los Colts hasta el 2018, con opción de un año más.
Con esto hay suficientes piezas en su lugar. La cuestión es que ahora los Colts necesitan que todos se mantengan sanos y que rindan frutos, además de que van a necesitar que la defensiva funcione de forma adecuada.
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